A pesar de que la madera es un material muy duradero, necesita ciertos cuidados especiales para mantenerse en buen estado con el paso del tiempo. Si tienes muebles de madera y quieres que su aspecto se mantenga con el paso de los años, estarás obligado a tener que limpiarlo de manera regular, aunque deberás tener en cuenta que no todos los muebles de madera son iguales.
Tanto los acabados como los barnices y los tipos de madera pueden reaccionar de manera distinta a ciertos productos o métodos de limpieza. Es por este motivo que te queremos explicar cómo limpiar muebles de madera de forma correcta, con el objetivo de conservar su belleza natural durante años sin dañarlos.
La importancia de limpiar la madera correctamente
Los muebles de madera suelen estar en espacios importantes del hogar o de negocios, y su estado influye directamente en la estética general. Sin embargo, una limpieza inadecuada puede provocar arañazos, pérdida de brillo, manchas o incluso deterioro del material.
Hacer uso de productos agresivos, empapar la madera o no tener en cuenta el tipo de acabado que posee puede causar daños irreversibles. Por eso, es fundamental aplicar buenas prácticas para cuidarlos lo máximo posible.
Limpieza diaria: polvo y mantenimiento básico
Para el día a día, lo ideal es quitar el polvo con un paño suave, preferiblemente de microfibra, que no deje pelusas ni tampoco raye la superficie. Este paso, aunque sea sencillo, es clave para evitar que las partículas acumuladas generen micro-arañazos con el tiempo.
Asimismo, es crucial evitar el uso de plumeros sintéticos que solo esparcen el polvo o productos en aerosol que contienen siliconas, ya que pueden dejar residuos y afectar al acabado del mueble. Si la superficie lo permite, se puede pasar un paño ligeramente humedecido en agua tibia, y luego secar de manera inmediata con otro paño seco.
Quitar las machas o la suciedad adherida
Cuando el mueble de madera tiene manchas de grasa, huellas o suciedad que no sale con un paño seco, lo mejor es utilizar una mezcla de agua con un poco de jabón neutro. Esta solución debe aplicarse con un paño apenas húmedo, sin empapar, y secar siempre al finalizar.
Además, nunca se deben utilizar productos abrasivos como amoníaco, lejía, alcohol o limpiadores multiusos que no estén específicamente formulados para madera, ya que pueden dañar el barniz o incluso el color del mueble (hay limpiadores de madera de alta calidad que pueden utilizarse a diario para mejorar el brillo de los muebles).
Nutrir la madera con aceites y ceras
Cada cierto tiempo (1 vez cada 3 meses), sobre todo si el mueble empieza a mostrarse seco o apagado, es recomendable aplicar un producto nutritivo como cera o aceite especial para madera. Estos productos no solo mejoran el aspecto visual, sino que protegen la superficie creando una capa que repele el polvo y la humedad.
Como bien mencionamos en el párrafo superior, la frecuencia de la aplicación de este tipo de productos dependerá del tipo de madera y del uso, aunque generalmente suele hacerse de 3 a 6 meses. Vale remarcar que su aplicación se realiza con un paño suave, siempre siguiendo la veta de la madera, y se retira el exceso al final.
Cuidado especial con la humedad y la luz directa
Si bien no forma parte de la limpieza como tal, el entorno donde se ubican los muebles influye en su conservación. La madera no tolera los ambientes excesivamente húmedos ni la exposición prolongada al sol, ya que puede hincharse, agrietarse o decolorarse.
Es por este motivo que, además de una buena limpieza, conviene cuidar la ubicación de los muebles, como así también realizarles un correcto mantenimiento de forma regular (limpiarlos al menos 1 vez por semana).
Muebles de madera a medida, con valor añadido
Por último, pero no por eso menos importante, cuando hablamos de madera de calidad, como la que se utiliza en nuestros muebles de madera a medida en Barcelona, cada detalle importa: desde el tipo de madera, el acabado artesanal, hasta el diseño pensado para aguantar el paso del tiempo.
Este tipo de muebles de madera no solo requieren de una limpieza especial, sino de un mantenimiento cuidado que prolongue su vida útil y mantenga intacta su belleza.